lunes, 27 de julio de 2009

Cuestionamientos

El A.L.F.I.L. vuelve a Afsana en busca de inspiración. No puede sacarse de la cabeza su fracaso como compositor. Se niega a pensar que Repticristo lo engaño, que todo fue una burla. Prefiere pensar, mejor, que está estresado, que la memoria colectiva, que Obama es como Jackson, pero al revés; un blanco disfrazado de negro. Toma sus maletas, y se larga de la urbe mal agradecida. Piensa en R, la ex virgen. Probablemente se tome la iglesia de nuevo, quizas haga de repticristo una cocodrila de minifalda... pero bueno, si no ella, quién se hará cargo, piensa, antes de subirse al bus sin letrero que lleva a ese desierto indómito, inexplorado. En el camino escucha a Miles Davis con su disco Kind of blue, A Birdy Parker, a John Coltrain… se deja llevar por las escalas eternas, siempre nuevas mientras ve como el paisaje va cambiando de color. Las ciénagas del sur y su aroma a azufre, a descomposición. Piensa en Dante y la inmortalidad del cangrejo. Piensa A.L.F.I.L. piensa, sólo que no hay tribuna a quien mostrarle los sesos. El piano tranquilo, sin apuro y juguetón a veces parece desencajar con la grandeza del desierto de Afsana. El camino se hace de tierra, de arcilla, de cráneos aplastados. La ciudad mítica está cerca. Ya se ve la mano enorme que esconde un gigante bajo la tierra. Ya se ve la gente oscura que camina lento aunque esté apurada. Ya se ven las armas, las jarras de agua, de vino. Las paredes de esa ciudad amurallada que oscurecen el sol con su altura. Ya se ve la blasfemia, la pequeña torre de babel. Ya se ven los dioses, todos iguales, todos bienvenidos. Ya se ve el paraíso. Ya se ve Afsana.

1 comentario:

Canaria dijo...

oh!
grande


pequeño



grande



pequeño

nadie lo sabe.