domingo, 15 de junio de 2008

En el comienzo

En el comienzo existió Ouruboros, hijo de los dioses antiguos, circular, perfecto, eterno. Miraba desde las profundidades del espacio negro y ausente en busca de algo que hacer, aburrido de su eternidad, mientras masticaba los divinos residuos de su cola, magnánimas heces dadoras de vida.



Un planeta recién creado por una divinidad pequeña, un mundo por descubrir, algo donde saciar la infinita sed de conocimiento. La pequeña divinidad miró a Ouruburos con desprecio, pero lo dejó vagabundear por los alrededores de la azul creación sin darle siquiera una mirada. Ouruboros esperó, masticando siempre su cola, a que el pequeño Dios - tan extraño con sus barbas blancas, dedos de espada, brazos de rayo - se diera vuelta, para sacarse la cola de las fauces, y lanzas algunos pequeños residuos al mundo recién creado. "No creas que no he visto lo que has hecho" le dijo la extraña deidad, "Pero por respeto a tus creadores, compartiré mi creación contigo !Oh antigua serpiente eterna!". Ouruboros se sonrió, mientras se mordía un poco la cola. El en fondo del planeta azul algo comenzaba a moverse entre todas las cosas inertes.

Del papiro rubio llamado gran extasis.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Alabado seas divino Repticristo!!

Anónimo dijo...

Oops soy yo, la Carla XD

Anónimo dijo...

mmm aunq no entienda muy bn este asunto jaja (porque es demasiado largo pa leer la explicación) aca hay un post para q veas q estuve en tu pagina :)

Anónimo dijo...

Todos sabemos que eres el bufon de los dioses, A.L.F.I.L. Recuerda que los dioses son vengativos.